martes, 16 de junio de 2009

El PP, su tesorero y las cosas de comer. Que bueno si las palabras de Martínez Pujalte anticipan las del PP al completo


Decía mi madre que con las cosas de comer no se juega. Se lleva mal por aquellos que han pasado tantas necesidades que se trivialice y desperdicie el alimento que tanto les costo en sus tiempos, y aún en los míos no sobraba para una familia de seis hijos, llevar a la boca y al estomago.
Y en eso he pensado cuando este mediodía oía a Vicente Martínez Pujalte, diputado del PP, “invitar” al tesorero del PP a nivel nacional, Luís Barcenas, a abandonar sus responsabilidades en el partido y afrontar su defensa ante la justicia por comportamientos personales sin “armaduras” que comprometieran al PP como organización.
Y es que el PP se juega bastante en ello y en este momento. Se juega el echar por la borda y definitivamente el bagaje de honradez que conservamos desde tiempos de Aznar.
El PSOE siempre ha sabido que este era un capital muy relevante del PP ante los ciudadanos. Y ha procurado por todos los medios ponerlo en cuestión y destruirlo. Detenciones “televisadas” y componendas con jueces, ministros y policías amigos han sido muestra de ello durante el gobierno Zapatero. Se ha instrumentalizado a la fiscalía, a la policía y a los jueces haciendo una efectista utilización de los medios televisivos en horarios de máxima audiencia.
Por eso desde el PP no podemos ponérselo fácil.
Desde hace tiempo se viene reclamando de Rajoy que aparte o destituya a Barcenas de sus cargos en el partido.
La actual imputación ante el Supremo y las atinadas palabras de Pujalte ponen las cosas en su sitio. Es el momento en que Barcenas de muestras de que no usa de la organización y sus resortes en su exclusivo beneficio.
Se debe a si mismo, y a todos los militantes y votantes del PP, el que recupere crédito cesando a petición propia.
Si no lo hace y en beneficio del PP Rajoy debe cesarlo pues quien se sirve de la organización, del respaldo y autoridad moral de los millones de votantes del PP faltándoles el respeto por su conducta que nos arrastra a todos, no se merece amparo alguno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No se trata de hacer leña del árbol caído, ni de criticar a nuestro partido de forma arbitraria. Se trata de recuperar la sensación que reinaba en época de José Mª Aznar, Rato, San Gil, de Palacio y todos aquellos grandes que hicieron que los que están ahora no tengan que esforzarse hoy tanto por estar y vivan de las rentas que aquellos dejaron tras de sí. Se trata de volver a respirar aquel clima de honradez, ética en el trabajo y firmeza que imperaba entonces en nuestro partido.

Porque no se puede salir en los medios y decir que unos imputados merecen la expulsión temporal o definitiva del partido y otros no. Porque no se puede permitir que nuestros líderes dejen creer entre la ciudadanía que desde nuestras filas se ampara la corrupción o la presunta corrupción. Porque no se puede permitir que tengamos líderes que no se enteren de lo que ocurre en su propia casa y bajo su liderazgo...

Martínez Pujalte es hombre de la época dorada. Es hombre riguroso en sus quehaceres y tiene las ideas claras. Dice lo que muchos pensamos y todos querrían: que Rajoy debe cesar fulminantemente a Bárcenas y que el partido debe dar una imagen ejemplar ante la ciudadanía con este hecho, a la vez que lanza un mensaje interno claro y contundente. Quien utilice al partido o sus recursos para actuar de forma poco ética, será inmediatamente expulsado...

Bastante claro es el mensaje chulesco de quien debería presentar su dimisión y no lo hace, a pesar del daño que evidentemente provoca a nuestro PP. Pero tenemos un líder que, a fe propia, no demuestra dotes y deja que se le suban a las barbas, se las mesnen y recorten si hace falta, ya que él no va a actuar por falta de criterio, de mando o de ambas cosas, ya que quisiera no pensar que hubiere razones de interés propio en esa no acción que tanto daño nos hace a todos...

En fin, que Martínez Pujalte ha hablado bien, igual que doña Esperanza Aguirre. Pero no son ellos quienes toman este tipo de decisiones, sino gente del estilo de Cospedal, González Pons, Moragas, Arenas y otros cuantos más que ya no son ni Aznar, ni Rato, ni Mayor Oreja, ni de Palacio, ni Acebes, ni Zaplana, ni tantos otros que tan alto dejaron el pabellón y a sus militantes para que estos herederos lo dilapiden todo como niños de buena familia y sin ningún criterio...