lunes, 27 de abril de 2009

Entre la indigencia mental y la desvergüenza “El despido no será tan caro en España cuando el paro ha crecido 800.000 personas” Elena Salgado dixit


Con esta lapidaria frase se descolgó el viernes la Vicepresidenta económica del gobierno ZP y algún marmolista debiera ir preparando la placa para dejarlo inscrito a modo de frase de Caton.
Estamos desgraciadamente en el tiempo en el que el argumento se sustituye por la “frase feliz” y frente al Capital de Marx, se podrán discutir sus argumentos pero no que es un texto a partir del cual se ha elaborado una praxis política que ha condicionado durante décadas la vida y desgracia de millones de personas, “La riqueza de las naciones” de Adam Smith y otros de similar relevancia se opta por la “ocurrencia”.
Y con esta gansada se pretende obviar toda discusión o debate sobre la reforma laboral que se hace tanto más imprescindible cuanto día a día el número de desempleados crece a razón de cuatro dígitos.
Esta señora no puedo creer que desconozca que un tercio de la población activa española no tiene derecho a indemnización alguna por la perdida de su puesto de trabajo. Y no me refiero a los autónomos. Me refiero a los trabajadores contratados temporalmente, esos ni 20 ni 45 ni nada en cuanto a días de indemnización por día trabajado. Son sobre estos, los temporales, sobre los que esta recayendo el primer varapalo de la crisis por la sencilla razón de que para la empresa no tiene coste su despido.
Pero no olvidemos que si en algún momento en España se vuelve a contratar será en la modalidad de temporal, aquí el fijo será una especie a extinguir.
Por ello urge una reforma laboral profunda que ponga las condiciones para que la destrucción de empleo se ralentice y propicie que la recuperación, cuando llegue, beneficie al empleo y no sea a su costa.
Desde aquí he defendido el que la indemnización de despido y el complemento por antigüedad desaparezcan, que los trabajadores nos rebajemos un 5% el sueldo para abaratar los costes laborales, que se sustituyan cotizaciones sociales por un incremento en el IVA, que por las empresas se ingrese mensualmente, en sustitución del complemento de antigüedad, en un fondo de pensiones el equivalente a un día y medio de salario para cada uno de sus trabajadores, etc.
¿Que ventajas traerá ello? La rebaja en los costes y cotizaciones sociales reducirá la necesidad de financiación de las empresas, produce un efecto inmediato de traslación de recursos sin necesidad de intermediación de bancos y cajas con el ahorro de tiempo y “costes de intermediación” que lleva a aparejado, reduce el precio de los productos y con ello aumenta la competitividad, elimina trabas al cambio de trabajo y con ello fomenta la movilidad territorial y funcional, etc...
La verdad es que cuando el abismo al que nos precipitemos de mano de ZP alcance dimensiones de catástrofe social puede ser tarde incluso para esa o cualquier otra reforma. Y puede que lo sea por que a la par que se destruye empleo desaparecen a igual o mayor ritmo las empresas en las que aquellos venían desempeñando su labor.
Y eliminado los puestos de trabajo, fabricas y comercios, ¿a dónde retornaran esos millones de desempleados? ¿cómo recomponer el capital humano y financiero necesario para poner en marcha actividades industriales, comerciales, de intermediación financiera, agrícola y de la construcción?. Esa perdida si que es irremediable.
Tiempo es que tomemos medidas drásticas. España es el país de la Unión Europea que esta destruyendo 2 de los 3 puestos de trabajo que se pierden en Europa. Si sacáramos a España de esta estadística la Unión Europea crearía empleo.
¿Y entonces? Lo primero echar a ZP, a su gobierno y al PSOE a patadas del gobierno de España. Cualquier cosa no puede ser peor.
Y tras eso afrontar que estamos en un estado de emergencia del que o salimos todos juntos o nos hundimos en compañía de todos.
Ahorro, rebaja de costes burocráticos, agilización de trámites de constitución y puesta en marcha de actividades, aumento de la productividad, restauración de un mercado nacional con la eliminación de regulaciones autonómicas y locales que impiden la eficaz circulación de bienes y servicios por el territorio nacional.
Todo ello junto a la vertebración de España en su territorio, la Unión Europea y en el mundo no serian tareas pequeñas y en todo caso son imprescindibles para conseguirlo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Elena Salgado Méndez, economista e ingeniero industrial, es posiblemente la más inteligente de las ministras de la triste cuota. Estoy convencido que cuando habla es consciente de sus errores, ya que usa frases y consignas elaboradas dirigidas a su público. En cuestión de marketing político el PSOE es muy bueno.
Esperemos, por nuestro bien, que el de peso de los datos reales sea superior a la fuerza de sus consignas.

Sevilla Popular dijo...

Estimado Anonimo, lo que señalas sobre la titulación academica y formación profesional abunda en la tesis que mantengo.
Y ello por que solo caben dos alternativas, o esta señora en su leal convencimiento y analísis de la situación ha llegado a esta convicción, lo que es un caso mas de alienación de la realidad.
O se limita a repetir la consigna qu le dictan y la cosa esta en que una vicepresidenta del gobierno de España tiene que crear las ideas no limitarse a repetir las consignas que le dan otros. Por que el gobierno es el que hemos elegido los españoles y no sería de recibo que estuviera conducido por personas ajenas al mismo. Solo hay que repasar la formula de promesa o juramento ante el Rey de sus cargos para percivir en quien reside esta responsabilidad.